La presencia de nódulos tiroideos es una de las consultas más frecuentes en el ámbito de la endocrinología.

Se pueden descubrir por varios motivos: auto-palpación, ver una tumoración cervical estando frente al espejo, molestias a nivel del cuello, en una ecografía de rutina, si hay antecedentes de nódulos en la familia, etc.

El solo hecho de saber que hay “algo” en el cuello, genera un estado de ansiedad y preocupación en el paciente.

A continuación intentaremos despejar algunas dudas:

¿Por qué se forman y en quiénes?

Los nódulos pueden ser causados por mutaciones en diferentes genes, cambios en los mecanismos de regulación o en la síntesis de hormonas tiroideas, así como por factores ambientales, efecto de radiaciones o por tiroiditis. La enfermedad nodular tiroidea es 5 a 10 veces más frecuente en mujeres y por lo general se presentan a partir de los 40 años.

¿Qué síntomas puedo tener si tengo nódulos o bocio?

La mayoría de los pacientes no tienen síntomas. La aparición de éstos esta en relación al tamaño y se deben a la acción compresiva de las estructuras vecinas. En algunos casos, se puede asociar a un dolor de comienzo brusco, sugiriendo la hemorragia de un nódulo tiroideo, que puede ser confirmada por ecografía y cede a los 3-4 días. En una minoría de casos y por lo general en pacientes añosos con nódulos de larga data, pueden aparecer síntomas de hipertiroidismo (exceso de hormonas tiroideas) como palpitaciones, sudoración, pérdida de peso, astenia, diarrea, entre otros, debido a la producción autónoma de hormonas en estos nódulos.

¿Si tengo nódulos, significa que tengo Cáncer?

No es lo mismo. La mayoría de los nódulos son benignos. La probabilidad de tener cáncer según diferentes estudios, es alrededor del 3-5 % y no difiere si la glándula contiene uno o múltiples nódulos. Este riesgo es mayor en jóvenes y ancianos. A pesar de esta estadística muy favorable es necesario un estudio y una valoración por un especialista, quién podrá identificar nódulos benignos o malignos y decidir la conducta a seguir.

¿Se tratan todos los nódulos y que tratamientos existen?

La respuesta es no. Los nódulos benignos (comprobados por punción o por características ecográficas) no se tratan salvo que produzcan síntomas por su tamaño, por secreción de hormonas o por cuestiones estéticas. Hace algunos años se intentaba disminuir el tamaño de los nódulos indicando levotiroxina a pesar de tener una función tiroidea normal. En la actualidad, esta terapia se encuentra en desuso debido a que se demostró en múltiples estudios que la reducción era mínima y se lograba en pocos nódulos. El radioyodo también fue (y es en algunos centros) utilizado para el tratamiento, sin embargo no demostró resolver el problema en todos los casos y presenta reacciones adversas. En caso de tener indicación de tratamiento la elección es la cirugía, removiendo toda o parte de la glándula tiroides.

La consulta con el especialista debe realizarse desde un primer momento para definir los pasos a seguir en cada caso.

Por Dr. Martín Salomon