La insulina es sintetizada por el páncreas para principalmente controlar los niveles de glucemia (“azúcar en sangre”). Gracias a la insulina, la glucosa puede entrar al hígado, al músculo y al tejido graso, ya sea para ser utilizada o para ser almacenada.

La insulinorresistencia es un estado en el cual el organismo tiene una respuesta disminuida a la insulina y esto se produce como consecuencia del exceso de peso, el sedentarismo y hábitos alimentarios poco saludables. Cuando aumenta el tejido graso, se producen sustancias que alteran el normal equilibrio metabólico. Al estar disminuida la acción de la insulina, el páncreas debe sintetizar más para “compensar” esa situación; y si hay más insulina sigue aumentando el peso corporal, se produce así un círculo vicioso. El riesgo es que se agote el páncreas y es ahí donde aparece la diabetes.

La manera de poder revertir este desequilibrio es adecuar la alimentación, hacer actividad física y disminuir de peso. No se debe recurrir a dietas disociadas, desequilibradas o sin supervisión. Respecto de la actividad física, se recomienda como mínimo caminatas de 1 hora, tres veces a la semana. Se debe iniciar de forma gradual, según tolerancia y controles cardiovasculares.

No hay análisis en la práctica diaria para diagnosticar con precisión la insulinorresistencia, existen parámetros orientadores y no siempre es necesario medir la insulina en sangre. Son los síntomas y los aspectos del examen físico los que nos hablan de esta condición. En una persona con insulinorresistencia podemos encontrar: aumento de la circunferencia de cintura (tejido graso acumulado en la panza), oscurecimiento de pliegues como el cuello, axilas y entrepierna, aumento del vello y acné, alteraciones del ciclo menstrual, “verrugas” pequeñas en el cuello, caída de cabello, entre otras. Cuando hay insulinorresistencia además de valorar la glucemia, se deben evaluar el colesterol y triglicéridos porque suelen estar afectados.

El tratamiento es como se mencionó antes, alimentación equilibrada y actividad física. No hay medicación que resuelva la insulinorresistencia y que prevenga la aparición de diabetes. En algunas ocasiones, se recurre a la metformina, pero no en todos los casos, será su endocrinólogo quien podrá definir si es necesaria. De todas formas, aun tomando medicación, la misma NO reemplaza el beneficio y los resultados de los cambios en los hábitos diarios.

Por Dra. Matilde Rendón